Uno de los más espectaculares, incidentes de secuestro en masa por rescate, se produjo el 16 de enero de 2013. En las primeras horas de la mañana, en un área remota de Argelia, 32 terroristas fuertemente armados entraron en la planta de gas de In Amenas. En ese momento, cerca de 130 trabajadores extranjeros se empleaban en la planta. Ellos venían de 30 países diferentes y representaban numerosos operadores, contratistas y subcontratistas de 50 empresas con base en todo el mundo. Ninguna empresa o los trabajadores del país fueron inmune a la violencia ese día. Lo que era tan sorprendente acerca del incidente, fue el número de nacionalidades atrapadas en el ataque y la diversidad geográfica de la mano de obra empleada en In Amenas.
Ya sea un empleado o cientos de empleados, que estén desplegados en el extranjero, por asignaciones a corto o a largo plazo, hay peligros desconocidos e invisibles en el envío de empleados a tierras extranjeras. Hoy en día, la mayor proporción de los secuestros registrados se llevan a cabo en Asia y el Pacífico, particularmente en la India, Pakistán, Afganistán y Filipinas. México sigue siendo el principal país de secuestros, las regiones de África ricas en petróleo – Nigeria, Kenia, Sudán. Mali y Libia – presentan significativos riesgos, como se ilustra en el ejemplo anterior de In Amenas. A raíz de la primavera árabe y la guerra civil en Siria, Oriente Medio es uno de los lugares de mayor riesgo en el mundo.
En América Latina, los casos más graves de secuestro parecen ser cada vez más prolongados, como secuestradores endurecidos, han tenido más cuidado en la elección de objetivos más ricos y se han vuelto más pacientes. El secuestro “express” ha ido constantemente en aumento. En lugar de rescates negociados, esta versión más rápida implica, blancos rápidos y dirigidos, seguidos por cortos periodos de detención y rescates más pequeños.
Todo empresario de mucho poder y gran notoriedad debe tener una póliza de Kidnap & Ransom. Cuando se rapta a una persona va a darse una extorsión y muy probable un asesinato. Esto está muy de moda atado a los ataques cibernéticos, la extorción y el secuestro.