Hoy día existe mayor reglamentación de empresas junto a una política pública que responsabiliza a los directores y oficiales de las corporaciones de fraudes y actos negligentes. Ante ello es necesario que cualquier póliza de seguros atienda los riesgos modernos asociados al incumplimiento regulatorio y demanda de clase.
¿Por qué es necesaria una póliza con una cobertura ámplia?
- Mayor énfasis en la responsabilidad personal de los directores y oficiales.
- Las acciones de clase siguen siendo un riesgo real, y las estrategias de los demandantes se adaptan a nuevas reglamentaciones, muchas veces antes que las políticas internas de las empresas.
- Posterior a la crisis financiera del 2008, vemos mayor aplicación de la reglamentación punitiva de parte de agencias gubernamentales y entes reglamentadores.
- Alto nivel de competencia que fomenta estrategias de negocio riesgosas para continuar siendo competitivo.
- Globalización: Acceso a productos de los mercados internacionales que no mantienen niveles de calidad requeridos por entes reglamentadores.
En los años 1980-1990s la mayor exposición de riesgo que los directores enfrentaban eran los pleitos derivativos de parte de accionistas. Estos pleitos han pasado a un segundo plano frente a los pleitos de clase de consumidores, gracias a leyes y los tribunales. Los riesgos asociados con pleitos de clase de consumidores son de una magnitud no contemplada por muchas pólizas de seguros.
Hoy día, muchas reclamaciones ascienden los cientos de millones e incluso unas pueden ascender los miles de millones de dólares, queda claro que vivimos en un mundo diferente al de los 90s. Es por ello que recae sobre los directores y oficiales adquirir una póliza que se atempere a las realidades del momento.